Cargando

domingo, 27 de septiembre de 2009

Los Gnomos de Gnu


Los Gnomos de Gnu es un cuento infantil de Humberto Eco, un autor y filósofo Italiano reconocido internacionalmente, este cuento, aparentemente para niños, es un cuento que obliga a cualquiera, sin importar la edad, a cuestionar lo que llamamos "civilización y desarrollo" y detenernos a pensar que es lo que estamos haciendo y lo que queremos para nuestro planeta.
Espero que les guste el cuento.
Había una vez en la tierra un emperador muy poderoso que quería descubrir nuevos territorios a toda costa. Como era el tiempo en que los astronautas recorrían las galaxias, el emperador envió al Explorador Galáctico (E. G. para los amigos) a través del espacio, en busca de un planeta para civilizar. Vagó por mucho tiempo, pero no pudo encontrar un planeta bonito y habitado.

Hasta que un día, en el rincón más alejado de la Galaxia, vio a través de su megatelescopio megagaláctico, un pequeño y precioso planeta con cielo azul, nubes blancas, valles y bosques tan verdes que daba gusto mirarlos. Allí vivían hermosos animales de todas las especies y unos hombrecillos minúsculos y simpáticos que podaban árboles, daban de comer a los pájaros, cortaban el césped y nadaban en ríos y torrentes de aguas transparentes que tenían infinidad de peces multicolores en su fondo.

E. G. aterrizó su astronave y fue recibido por los hombrecitos.
-Buenos días, señor forastero, nosotros somos los gnomos de Gnu, que es el nombre de nuestro planeta ¿Y tú, quién eres?
-Yo- dijo E. G .- soy el Explorador Galáctico del Gran Emperador de la Tierra, ¡y he venido a descubrirlos!
-¡Vaya, nosotros estábamos seguros que te habíamos descubierto a ti!- dijo el jefe de los gnomos.

E. G. les dijo entonces que él tomaba posesión de este planeta en nombre de su emperador para poder traerles la civilización. Los gnomos no quisieron discutir el punto, pero sí quisieron saber en qué consistía esta civilización y cuánto valía. El explorador les contó que era gratis y que se trataba de una serie de cosas maravillosas que los terrestres habían inventado. Los gnomos se pusieron muy contentos, pero quisieron verlas y para ello el explorador enfocó la Tierra con su megatelescopio megagaláctico.

-¡No veo nada, solo veo humo!- dijo el primer gnomo. E. G. se disculpó
- He enfocado una ciudad. Con todas las chimeneas de las fábricas, los tubos de escape de los camiones y los autos..... hay un poco de contaminación...

-¡Qué pena! - Pero, ¿qué es aquella agua negruzca en el centro y marrón cerca de la costa?- dijo el gnomo.

-iOh!- dijo el explorador un poco picado-, es que en medio del mar naufragan barcos petroleros y el petróleo se esparce por la superficie; en la costa, la gente no controla los desagües y así llegan al mar las cosas feas que los hombres botan.

-¿Significa que el mar está lleno de “caca”?- preguntó el segundo gnomo. Todos los gnomos se rieron porque esa palabra les daba mucha risa.

Y así continuaron los gnomos preguntando y el explorador contestando sobre llanuras grises sin árboles y llenas de latas vacías, que resultaron ser el campo; cajitas de metal, colocadas unas detrás de las otras en las carreteras, que eran los automóviles detenidos por los tacos del tránsito y personas heridas por los accidentes automovilísticos.

Ante este panorama los gnomos le pidieron al explorador que renunciara a descubrirlos; este, francamente enojado, quiso convencerlos hablándoles de la existencia de hospitales donde sanan a las personas que han fumado demasiados cigarrillos y que necesitan un transplante de pulmón; donde a otros les lavan el estómago, porque han comido alimentos contaminados y muchas otras situaciones lamentables.

A los gnomos les pareció interesante, pero dijeron: -Nosotros no necesitamos esos hospitales, porque aquí casi nadie se enferma, no fumamos cigarrillos, comemos alimentos fresquísimos de nuestros huertos y árboles, y nos mejoramos dando un buen paseo por las colinas.

Entonces, a los gnomos se les ocurrió la buena idea de ir a descubrir la Tierra para cuidar su mar, sus prados y jardines, plantar árboles, cuidar a los ancianos y convencer a la gente de cuán bonito es tener un planeta limpio y con aire puro.

E. G. volvió a la Tierra y habló con el Emperador y... quién sabe si dejará a los gnomos de Gnu venir algún día a nuestro planeta. Pero, aunque ellos no lleguen nunca, ¿por qué no hacemos nosotros lo que harían los gnomos de Gnu?

2 comentarios:

Renzo dijo...

Me gusto mucho el cuento, es exacto, nmo hay nada que discutir al respecto, sin duda un pueblo de algun planeta lejano y puro, nos veria como escoria a nosotros y nuestro planeta, pero sabemos que se puede revertir esa situación...todos lo sabemos ;)

Anónimo dijo...

Este cuento es una llamada de atenciôn al ser humano, para que tome conciencia del terrible daño que viene ocasionando al planeta con su forma de vivir. Si no es capaz de cambiar el rumbo de la situacion actual, su destino serâ la extinciôn. Como dirìa el poeta Cesar Vallejo: "Hay, hermanos, muchìsimo que hacer".