Muy poco se habla de un tema más que preocupante, y es que quizás en escala sea un tema algo menor en comparación con otros que preocupan al mundo hoy en día, pero en el futuro las lluvias acidas serán un tema muy a tener en cuenta, y es que la lluvia acida contribuirá no solo al calentamiento global (Lo que ya de por si es Mas que preocupante, pero lo trataremos mas adelante) sino que también contribuirá a hacer mas difícil la supervivencia de todo ser vivo en este planeta. Y es que modificara absolutamente todo el ecosistema, las aguas de lluvia abastecen a gran parte del mismo, y sin agua que beber las especies desaparecerán, la tierra devendrá a convertirse en un páramo yermo desolado, por ende nos faltara agua, ya que en gran parte estará contaminada (ya sea por las lluvias acidas o por otros factores), escaseara la comida, recordemos que los animales necesitan agua para sobrevivir, y habrá poco oxigeno, dado que los árboles necesitan agua para sobrevivir esto también se vera afectado, quizás nos adaptemos a respirar monóxido de carbono quien sabe dicen que el ser humano tiene una gran capacidad de adaptación, pero la realidad marca que como sigamos contaminando de la manera en que lo hacemos ahora pronto tendremos las consecuencias.
Causas:
La lluvia ácida se forma cuando la humedad en el aire se combina con el óxido de nitrógeno y el dióxido de azufre emitidos por fábricas, centrales eléctricas y vehículos que queman carbón o productos derivados del petróleo. En interacción con el vapor de agua, estos gases forman ácido sulfúrico y ácidos nítricos. Finalmente, estas sustancias químicas caen a la tierra acompañando a las precipitaciones, constituyendo la lluvia ácida.
Los contaminantes atmosféricos primarios que dan origen a la lluvia ácida pueden recorrer grandes distancias, trasladándolos los vientos cientos o miles de kilómetros antes de precipitar en forma de rocío, lluvia, llovizna, granizo, nieve o niebla. Cuando la precipitación se produce, puede provocar importantes deterioros en el medio ambiente.
La lluvia normalmente presenta un pH de aproximadamente 5.6 (ligeramente ácido) debido a la presencia del CO2 atmosférico, que forma ácido carbónico, H2CO3. Se considera que es lluvia ácida si presenta un pH de menos de 5 y puede alcanzar el pH del vinagre, pH 3. Estos valores de pH se alcanzan por la presencia de ácidos como el ácido sulfúrico, H2SO4, y el ácido nítrico, HNO3. Estos ácidos se forman a partir del dióxido de azufre, SO2, y el monóxido de nitrógeno que se convierten en ácidos. Los hidrocarburos y el carbón que son usados como fuente de energía, en grandes cantidades, pueden también producir óxidos de azufre y nitrógeno y el dióxido de azufre emitidos por fábricas, centrales eléctricas y vehículos que queman carbón o productos derivados del petróleo. En interacción con el vapor de agua, estos gases forman ácido sulfúrico y ácidos nítricos. Finalmente, estas sustancias químicas caen a la tierra acompañando a las precipitaciones, constituyendo la lluvia ácida.
Los contaminantes atmosféricos primarios que dan origen a la lluvia ácida pueden recorrer grandes distancias, trasladándolos los vientos cientos o miles de kilómetros antes de precipitar en forma de rocío, lluvia, llovizna, granizo, nieve o niebla. Cuando la precipitación se produce, puede provocar importantes deterioros en el medio ambiente.
La lluvia normalmente presenta un pH de aproximadamente 5.6 (ligeramente ácido) debido a la presencia del CO2 atmosférico, que forma ácido carbónico, H2CO3. Se considera que es lluvia ácida si presenta un pH de menos de 5 y puede alcanzar el pH del vinagre, pH 3. Estos valores de pH se alcanzan por la presencia de ácidos como el ácido sulfúrico, H2SO4, y el ácido nítrico, HNO3. Estos ácidos se forman a partir del dióxido de azufre, SO2, y el monóxido de nitrógeno que se convierten en ácidos.
Consecuencias:
Las consecuencias e inconvenientes que produce la precipitación ácida se pueden ubicar tanto en ecosistemas acuáticos, en ecosistemas terrestres y en edificios y construcciones humanas.
En los ecosistemas acuáticos están más que demostradas las consecuencias negativas de la precipitación ácida. Mediante intensos y variados estudios se ha comprobado que en lagos y ríos expuestos a este tipo de lluvia, el número de peces y anfibios ha ido disminuyendo en forma acelerada y llamativa. Se perjudica la reproducción de los animales acuáticos, alterando la perpetuidad de algunas especies y llegando a hacer desaparecer algunas de ellas por no haber podido subsistir en aguas con un pH inferior a 5,5. El efecto más nocivo se da en los lagos ubicados en terrenos rocosos no calizos, ya que cuando el terreno es calcáreo, los iones alcalinos son abundantes en el suelo y neutralizan, en alto grado, la acidificación del agua. Pero si las rocas son graníticas o rocas ácidas pobres en porcentaje de cationes, los lagos y los ríos se muestran mucho más afectados por una lluvia ácida que no puede ser neutralizada por la composición del tipo de suelo.
En los ecosistemas terrestres la influencia de las lluvias ácidas sobre plantas y otros organismos terrestres no está muy clarificada, pero se supone que puede ser uno de los factores más importantes de lo que se llama "muerte del bosque", que perjudica grandes áreas de superficies forestales a nivel mundial.
A su vez se supone que se está perjudicando el ecosistema terrestre a través de los cambios que se producen en los suelos, pero es necesario investigar más profundamente para conocer mejor los inconvenientes que provoca y los efectos de este tipo de contaminación.
En cuanto a los edificios y construcciones humanas, la corrosión de los metales y de los materiales de construcción se ve altamente acelerada a causa del efecto dañino y corrosivo que produce este tipo de precipitación.
Muchas construcciones edilicias y obras de arte ubicadas al aire libre, tales como estatuas y monumentos en espacios públicos, se han visto deterioradas en forma alarmantemente rápida, casi a razón de diez veces más rápido de lo que se deteriora en condiciones de ambiente normal. Este aumento de la velocidad del deterioro va a la par del aumento de industrialización en zonas determinadas, debido al aumento paulatino de la contaminación atmosférica. A mayor industrialización, mayor contaminación atmosférica y mayor aceleración de la corrosión.
Como punto final para esta nota quiero decirles a todos, que aun no es tarde, aun podemos salvar lo bello que queda en nuestro planeta, solo necesitamos la colaboración de cada uno de ustedes, amigos y hermanos visitantes de nuestra pagina.
Disfruten de la lluvia mientras puedan mojarse con ella, porque puede que la próxima vez que llueva el agua queme tu piel…
Causas:
La lluvia ácida se forma cuando la humedad en el aire se combina con el óxido de nitrógeno y el dióxido de azufre emitidos por fábricas, centrales eléctricas y vehículos que queman carbón o productos derivados del petróleo. En interacción con el vapor de agua, estos gases forman ácido sulfúrico y ácidos nítricos. Finalmente, estas sustancias químicas caen a la tierra acompañando a las precipitaciones, constituyendo la lluvia ácida.
Los contaminantes atmosféricos primarios que dan origen a la lluvia ácida pueden recorrer grandes distancias, trasladándolos los vientos cientos o miles de kilómetros antes de precipitar en forma de rocío, lluvia, llovizna, granizo, nieve o niebla. Cuando la precipitación se produce, puede provocar importantes deterioros en el medio ambiente.
La lluvia normalmente presenta un pH de aproximadamente 5.6 (ligeramente ácido) debido a la presencia del CO2 atmosférico, que forma ácido carbónico, H2CO3. Se considera que es lluvia ácida si presenta un pH de menos de 5 y puede alcanzar el pH del vinagre, pH 3. Estos valores de pH se alcanzan por la presencia de ácidos como el ácido sulfúrico, H2SO4, y el ácido nítrico, HNO3. Estos ácidos se forman a partir del dióxido de azufre, SO2, y el monóxido de nitrógeno que se convierten en ácidos. Los hidrocarburos y el carbón que son usados como fuente de energía, en grandes cantidades, pueden también producir óxidos de azufre y nitrógeno y el dióxido de azufre emitidos por fábricas, centrales eléctricas y vehículos que queman carbón o productos derivados del petróleo. En interacción con el vapor de agua, estos gases forman ácido sulfúrico y ácidos nítricos. Finalmente, estas sustancias químicas caen a la tierra acompañando a las precipitaciones, constituyendo la lluvia ácida.
Los contaminantes atmosféricos primarios que dan origen a la lluvia ácida pueden recorrer grandes distancias, trasladándolos los vientos cientos o miles de kilómetros antes de precipitar en forma de rocío, lluvia, llovizna, granizo, nieve o niebla. Cuando la precipitación se produce, puede provocar importantes deterioros en el medio ambiente.
La lluvia normalmente presenta un pH de aproximadamente 5.6 (ligeramente ácido) debido a la presencia del CO2 atmosférico, que forma ácido carbónico, H2CO3. Se considera que es lluvia ácida si presenta un pH de menos de 5 y puede alcanzar el pH del vinagre, pH 3. Estos valores de pH se alcanzan por la presencia de ácidos como el ácido sulfúrico, H2SO4, y el ácido nítrico, HNO3. Estos ácidos se forman a partir del dióxido de azufre, SO2, y el monóxido de nitrógeno que se convierten en ácidos.
Consecuencias:
Las consecuencias e inconvenientes que produce la precipitación ácida se pueden ubicar tanto en ecosistemas acuáticos, en ecosistemas terrestres y en edificios y construcciones humanas.
En los ecosistemas acuáticos están más que demostradas las consecuencias negativas de la precipitación ácida. Mediante intensos y variados estudios se ha comprobado que en lagos y ríos expuestos a este tipo de lluvia, el número de peces y anfibios ha ido disminuyendo en forma acelerada y llamativa. Se perjudica la reproducción de los animales acuáticos, alterando la perpetuidad de algunas especies y llegando a hacer desaparecer algunas de ellas por no haber podido subsistir en aguas con un pH inferior a 5,5. El efecto más nocivo se da en los lagos ubicados en terrenos rocosos no calizos, ya que cuando el terreno es calcáreo, los iones alcalinos son abundantes en el suelo y neutralizan, en alto grado, la acidificación del agua. Pero si las rocas son graníticas o rocas ácidas pobres en porcentaje de cationes, los lagos y los ríos se muestran mucho más afectados por una lluvia ácida que no puede ser neutralizada por la composición del tipo de suelo.
En los ecosistemas terrestres la influencia de las lluvias ácidas sobre plantas y otros organismos terrestres no está muy clarificada, pero se supone que puede ser uno de los factores más importantes de lo que se llama "muerte del bosque", que perjudica grandes áreas de superficies forestales a nivel mundial.
A su vez se supone que se está perjudicando el ecosistema terrestre a través de los cambios que se producen en los suelos, pero es necesario investigar más profundamente para conocer mejor los inconvenientes que provoca y los efectos de este tipo de contaminación.
En cuanto a los edificios y construcciones humanas, la corrosión de los metales y de los materiales de construcción se ve altamente acelerada a causa del efecto dañino y corrosivo que produce este tipo de precipitación.
Muchas construcciones edilicias y obras de arte ubicadas al aire libre, tales como estatuas y monumentos en espacios públicos, se han visto deterioradas en forma alarmantemente rápida, casi a razón de diez veces más rápido de lo que se deteriora en condiciones de ambiente normal. Este aumento de la velocidad del deterioro va a la par del aumento de industrialización en zonas determinadas, debido al aumento paulatino de la contaminación atmosférica. A mayor industrialización, mayor contaminación atmosférica y mayor aceleración de la corrosión.
Como punto final para esta nota quiero decirles a todos, que aun no es tarde, aun podemos salvar lo bello que queda en nuestro planeta, solo necesitamos la colaboración de cada uno de ustedes, amigos y hermanos visitantes de nuestra pagina.
Disfruten de la lluvia mientras puedan mojarse con ella, porque puede que la próxima vez que llueva el agua queme tu piel…
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